16 oct 2010

EL MURO, EL ÁRBOL, TÚ Y YO

EL MURO, EL ÁRBOL, TÚ Y YO

Me despierto, y no sé donde estoy, miro hacia un lado hacia el otro, sigo sin saber donde estoy, luego te veo a ti, suspiro, estás conmigo, estás ahí, me vuelvo a dormir, sueño en un campo abierto, en un inmenso árbol junto a un muro viejo de piedra, un muro que delimita los prados, en un lado estoy yo, yo y el inmenso árbol, al otro lado estas tú… te miro, te busco, pero no puedo saltar el muro, busco algo para poder subir, intento trepar, no puedo, busco una puerta, no hay… tú sigues en el otro lado esperándome, y me miras con impaciencia, yo me desespero, pero no puedo saltar el muro, me paro junto al árbol, lo contemplo, me pregunto cómo sería ser árbol, alzarse hacia cielo, sin preocuparse de muros, ni de lazos, ni del miedo que siento por no poder saltar ese dichoso muro, miro hacia arriba y veo sus brazos llenos de vida, me acerco a su robusta corteza, y apoyo mi cara sobre él y le susurro que me ayude, veo que el viento mueve sus ramas, sus hojas, ¿el viento?, o quizá sea el contestándome… intento trepar por el árbol, y de la nada sale una raíz, que hace que ascienda a una rama, mi deseo por estar al otro lado cada vez es más fuerte, desde la rama miro hacia el otro lado, sigues ahí, suspiro, no llego a la siguiente rama, está muy lejos, cierro los ojos sintiendo impotencia, cuando los vuelvo abrir, veo que una nueva rama ha surgido del tronco a la altura de mi cintura, me subo en ella, desde hay veo el infinito muro, pero yo quiero intentar saltarlo, me encaramo hacia uno de los largos brazos del hermoso árbol, cada vez más cerca de ti, agarrada a él sigo avanzando quiero llegar a su extremo, y saltar al otro lado, miro hacia abajo veo la montaña de piedras, las tengo justo abajo, sin saber como la rama del árbol crece, va creciendo hasta llegar casi cerca de ti, sigo por esa rama, estoy cerca… casi llegando a su extremo, cierro los ojos y me arrastro con miedo hacia el final.

Escucho un crujir, pero no abro los ojos, sigo hacia delante, y así poco a poco, sé que estoy llegando al fin, abro los ojos y me doy cuenta que algo está pasando, otro crujir, y otro, miro hacia atrás, y veo una enorme grieta en el otro extremo, me agarro fuerte a la rama, y un ruido ensordecedor me atrapa, entra en mi, y siento que caigo al vacio, pero ya no tengo miedo.

De un sobresalto despierto, asustada miro hacia un lado, y hacia el otro, no sé donde estoy, pero luego te veo a ti, estas junto a mí, solo estamos separado por una almohada, la cojo y la lanzo contra la pared, y me siento feliz, sé que lo he conseguido, sé que he superado ese obstáculo, me invade una olor a campo, a hierba y a árbol viejo, y le doy las gracias.

Él con sus manos rodea mi cintura, ya no hay muros, pero si un gran árbol que habita en mis sueños.

Fin

A.Abril

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